martes, 20 de diciembre de 2011

Un cuento de Navidad – Charles Dickens

A pesar de que Dickens escribió este cuento –largo- hace casi 200 años todavía tiene tanta vigencia como cuando él lo escribió, o quizás más.
Un prestamista al que sólo le importan sus negocios y hacer dinero, llamado Scrooge, que vive totalmente solo, que es una avaro y un explotador de su único empleado al que lo tiene trabajando en pésimas condiciones.
Vive en una caserón antiguo donde se han alquilado el resto de las piezas para oficinas que funcionan en los horarios en que él está trabajando en su negocio: Scrooge & Marley.
Además de todo, odia la Navidad.
Realmente no se sabe para que le sirve todo lo que gana ya que no tiene con quien disfrutarlo.
Cuando una noche antes de Navidad se le aparece su antiguo socio -Marley-, ya muerto 7 años atrás como un fantasma y le cuenta sus penurias después de muerto y le dice que vendrán tres fantasmas a visitarlo para darle una oportunidad de cambiar su vida para no tener que padecer el sufrimiento que él ha pasado. Scrooge, al principio no cree que sea posible pero luego tiene un susto mayúsculo cuando comienzan a aparecerle de a uno, los fantasmas de la Navidad del Pasado, del Presente y del Futuro, a cuál más aterrador y le muestran las cosas que perdió, y las que le ocurrirán si no cambia y se vuelve una persona más …

Las descripciones de la ciudad de Londres de aquella época y de cómo se vivía entonces realmente muestran una atmósfera de pobreza y miseria y a la vez el contraste con los que tienen una buena posición económica. Algo que Dickens siempre mostró a lo largo de la mayor parte de su obra.
Los pobres a pesar de serlo, se divierten en Navidad y aunque tienen que hacer malabares para poder comer – como el caso del empleado de Scrooge y su familia- demuestran que no se necesita tanto el dinero para ser felices por lo menos estando juntos en familia en esa noche tan importante. Algo que Scrooge ha olvidado hace demasiado tiempo.

Salvando las diferencias obvias con nuestra época actual –como el aspecto tecnológico- y con nuestro país donde no hay niebla ni nieve y además es verano, hay muchas cosas que se parecen hoy a lo que describe el autor.

Realmente es interesante leer ese cuento en estas fechas – que se puede hacer a través de Intenet- o también ver alguna de las varias versiones llevadas al cine, como por ejemplo la protagonizada por el ex actor de Star Trek – The next Generation- Patrick Stewart, hecha hace unos años atrás. También y para los que no les importe sentirse un poco niño, la versión de Disney, de los años 80, protagonizada por Rico Mc Pato –Scrooge- y Mickey Mouse como el empleado pobre. Es una versión que respeta totalmente el texto y que mantiene el clima que Dickens le supo dar al relato.

Las interpretaciones, fantásticas, psicológicas u otras corren por cuenta del lector-espectador.

¡Que tengan una bonita Navidad!
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