domingo, 18 de marzo de 2012

¿Estamos viviendo en una distopía?


Distopía: lo opuesto a Utopía.

En "Un mundo feliz" de Aldous Huxley, la gente vive cada uno en su casta y consumiendo el Soma, la droga de la felicidad. En nuestra sociedad cada vez hay más adictos al alcohol y a las drogas. Se vive sin mayor conciencia de las consecuencias de los actos que realizamos y consumimos sin medida. También Huxley describía a ancianos que morían con aspecto de jóvenes -producto de la técnica estética.
¿No se parece esto a los modelos televisivos que nos muestran todos los días a mujeres -u hombres- de aspecto juvenil donde por medio de cirugías continuadas llegan a la madurez e incluso a la ancianidad, hacíéndonos creer que ellos siguen siendo jóvenes aunque no lo sean?

Los asaltos y rapiñas que se registran en las calles de nuestras ciudades y más aún la violencia sin sentido, donde pandillas matan a animales o personas sólo por divertirse ¿no nos recuerda al protagonista de "La Naranja mecánica"? Es cierto, nuestros delicuentes y asesinos no escuchan a Beethoven, más probablemente escuchen a los Wachiturros o algo por el estilo. Pero ya se está pidiendo la mano dura, como en la novela de Burguess o como en Robocop, para terminar con esta situación.

En "Farenheit 451" de Ray Bradbury la letra impresa estaba prohibida y los bomberos se encargaban de quemar los libros de la gente. Muchos ciudadanos no sabían leer. Aquí todavía no llegamos a eso, sin embargo el hábito de la lectura parece ser cada vez menos común sobretodo en ciertos estratos y la educación cada vez aporta menos conocimientos útiles.

"1984" de George Orwell -en donde un gobierno planetario encabezado por el "Gran Hermano" observa a sus ciudadanos por todas partes con sus cámaras- se parece cada vez más a nuestro mundo actual. Tenemos cámaras en los trabajos, en los comercios, en las calles -supuestamente para la seguridad nuestra- aunque de a poco nos vamos acostumbrando a que nos observen y sepan todo de nosotros.
Inclusive por la Red también nos observan y lo que es peor, nosotros mismos damos los datos de todo lo que hacemos y pensamos, gratis, con el riesgo de que esa información caiga en manos de gente peligrosa.

Al Gran Hermano ya nos acostumbramos a verlo por Televisión, a que los jóvenes sean observados en su vida diaria hasta en sus cosas más íntimas. Y la idea del Gobierno Mundial, planea cada vez más en la cabeza de mucha gente.

¿No será que nos fuimos metiendo de a poco en una distopía sin darnos cuenta?

Es sólo una reflexión acerca de la sociedad en la que vivimos.