lunes, 15 de junio de 2009

La ciencia Ficción en latinoamérica

Existen muchos escritores latinoamericanos que han escrito ciencia‑ficción desde casi los inicios del género. Por no tener los avances técnicos ni la formación científica que sí tienen los "países desarrollados" los escritores de nuestros países en general no han descollado demasiado. A muchos autores ni siquiera se los puede considerar "escritores de ciencia‑ficción" ya que han escrito de manera esporádica y muchas veces trascendieron por el resto de su producción "clásica". Sin embargo, cuando uno se pone a buscar, encuentra un montón de nombres famosos y otros no tanto, que desde principios del siglo XX e incluso antes realizaron obras de carácter anticipatorio científico o filosófico.

ARGENTINA

Entre los Iniciadores de la corriente se pueden citar a: E.L.Holmberg quien ya en el año 1875 publicaba la novela: "Viaje maravilloso del señor Nic Nac", donde toma el tema de la Metempsicosis y de los mundos extraterrestres habitados. Cuatro años más tarde escribe: "Horacio Kalibang o los autómatas".

Y a: Leopoldo Lugones ‑quien en 1906 publicara "Las fuerzas extrañas", un libro de cuentos. Continuó editando varios libros más como: "Cuentos fatales" y "El espejo negro y otros cuentos".

Dos grandes de la literatura ya desaparecidos se dedicaron en varias ocasiones a la ciencia‑ficción. Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares. "Tlón, Ukbar, Orbis Tertius" escrito en colaboración por ambos, relata una civilización antigua y grandiosa, la que sólo es mencionada en una sóla edición de la famosa Enciclopedia Británica, obviándose su existencia en el resto de las ediciones de la misma.
Casares (1910-1998), por su parte, publicó: "La invención de Morel" escrita en 1940. "Una novela perfecta, sin fisuras" ‑diría Borges en su momento-. Un náufrago llega a una isla desierta y se encuentra con varios personajes que como fantasmas se pasean ante sus ojos sin verlo; entre ellos hay una mujer, de la que él se enamora. Pero los seres no son lo que él cree. Otros libros del género son: "Plan de evasión" y "La trama celeste". El resto de su producción literaria se inclina hacia el género fantástico.

Roberto Arlt: produjo varias novelas cortas y obras de teatro donde mezcla fantasía, psicología y ciencia‑ficción, logrando el máximo nivel en la novela: "Viaje terrible" de 1941.

En Argentina existen varias escritoras; la más renombrada es: Angélica Gorodischer. Nacida en Rosario en 1928. Se la considera el "Borges" femenino. Es traductora y bibliotecaria. De sus libros caben citar: "Opus dos", novela antirracista de política‑ficción, de 1967, "Bajo las júbeas en flor" de 1973 y "Kalpa imperial" ‑ volúmenes I y II publicados en 1983 y 1984. Recientemente ha incursionado en otros géneros.

Eduardo Goligorski (1931‑) Es traductor de inglés y periodista. En 1962 publicó "Pesadillas" -género fantástico bajo el seudónimo: James Alistair; también bajo el mismo seudónimo editó algunas novelas policiales. "Los Argentinos en la Luna" (antología) y "A la sombra de los bárbaros" (cuentos). Ha escrito artículos sobre la literatura fantástica y la ciencia ficción donde reinvindica a estos géneros como formas idóneas para expresar los ideales de un nuevo humanismo y desarrollar la imaginación creadora. Además co‑escribió dos libros de relatos junto a Alberto Vanasco (1925 ‑ 1993): "Adiós al mañana" y "Memorias del Futuro" que han sido muy famosos. Vanasco, por su parte tiene en su haber varios libros experimentales como: "Sin embargo, Juan vivía" ‑ una novela escrita en 2a. persona y en futuro y "Para ellos la eternidad" ‑escrita en Pretérito Imperfecto. Tiene también libros de poemas y ha escrito para teatro. Recibió varios premios y fue profesor de física.

Otros autores argentinos conocidos son: Eduardo Carletti, Elvio Gandolfo, Emilio Rodrigué ‑que es Psicoanalista‑; Magdalena Mouján Otaño, Juan Jacobo Bajarlia y Carlos Gardini.

Marcial Souto, nacido en España, publicó un par de libros en Argentina. "Trampas para pesadillas" y "Para bajar a un pozo de estrellas". Vivió desde los 14 años en Montevideo y aquí se educó. Viajó varias veces a los Estados Unidos y tuvo el placer de conocer personalmente a muchos de los principales escritores, como Bradbury, Dick y Sturgeon. Trabajó además como colaborador en la famosa revista española: "Más allá" donde se difundieron a los principales autores y donde también se publicaban artículos científicos. Llevó adelante dos revistas más en Argentina: "El péndulo" y "Minotauro" -con ésta última, además, editó una serie de libros del género tanto de autores internacionales como Bradbury y también varios excritores latinoamericanos.

Del resto de Latinoamérica destacan: André Carneiro de BRASIL. "Diario da nave perdida" es uno de sus libros de cuentos. Ha publicado varias antologías de autores brasileños, un ensayo sobre la ciencia‑ficción y algunas novelas. Su cuento "La oscuridad" fue incluido en una antología mundial en el año 1972. Ha sido traducido al español, al inglés y al sueco.

CHILE
Hugo Correa: Nacido en 1926, vive en Santiago y es columnista de una revista informativa de su país. Ganador del premio "Alerce" de la Universidad de Chile por su novela: "Alguien mora en el viento". Llevado a los Estados Unidos de la mano de Ray Bradbury consiguió que algunas de las más importantes revistas del género publicaran varios de sus cuentos. "Los altísimos","El que merodea en la lluvia","Cuando Pilatos se opuso" y "El nido de las furias"‑ sobre un tema de política ficción- son algunos de sus libros importantes.

PERÚ cuenta con dos autores conocidos: Juan Rivera Saavedra: "Cuentos Sociales de ciencia‑ficción" es uno de sus libros.
Y José B. Adolph: nacido en Alemania en 1933 y llegado con sus padres a Perú ‑huyendo del nazismo‑ a los cinco años. Allí ha vivido toda su vida y trabaja como periodista en el diario "La crónica" de Lima. Cuenta con varios libros de relatos: "Cuentos del relojero abominable" y "Mañana fuimos felices", entre otros. Y las novelas: "La ronda de los generales" y "Mañana de las ratas" donde se describe al "Tercer Mundo" en general y fundamentalmente la ciudad de Lima en el año 2034.

De COLOMBIA hay un solo autor conocido: Jaime Loperra con su obra: "La perorata" (1967)
En VENEZUELA tenemos a: Luis Britto García que es abogado y profesor. Ha escrito varios libros y obtuvo el premio "Casa de las Américas" por su obra: "Rajatabla".

‑Álvaro Menen Desleal, nacido en EL SALVADOR, es diplomático. Su libro: "La ilustre familia androide" escrito durante la guerra fría, es un libro de cuentos donde constantemente se hace referencia a los peligros de la guerra atómica. Con claras influencias de Asimov, que no oculta en ningún momento -hasta llega a citar las famosas "Tres leyes de la Robótica" creadas por el escritor norteamericano- en uno de sus cuentos. Es diplomático de carrera, pero reside en Europa desempeñando una intensa actividad intelectual. Escribió también: "Cuentos breves y maravillosos", "El extraño habitante", "La llave" y "Revolución en el país que edificó un castillo de hadas". Ganador del "Premio Asturias", otorgado por las Universidades Centroamericanas. Poco conocido y difundido es un valor interesante dentro del cuento absurdo y la ciencia-ficción latinoamericanas.

De CUBA: Angel Arango, nació en la Habana en 1926 y es doctor en Derecho Civil, aunque nunca ejerció. Ha tenido diversos trabajos. Vivió en Estados Unidos y ha visitado varios países de América. Tiene unos cuantos libros publicados: "¿Adónde van los Cefalomos?", "Robotomaquia" y "El planeta negro" son los más conocidos.

Y de MÉXICO sobresalen: René Rebetez con: "La Nueva Prehistoria y Otros Cuentos", y Agustín Cortés Gavino con: "Hacia el Infinito", único libro conocido.


En URUGUAY, uno de los primeros en escribir ciencia‑ficción fue ni más ni menos que Horacio Quiroga, quien en 1910 publicaba su nouvelle: "El hombre artificial". Una novela con claras influencias de los autores de moda, principalmente del "Frankenstein" de Mary Shelley. Varios científicos crean un hombre en su laboratorio, pero el experimento no sale del todo bien y se horrorizan cuando se dan cuenta que el ser creado sufre de dolores espantosos por tener una exagerada sensibilidad. Así el individuo se encandila con cualquier luz, se quema al tocar un objeto; y uno de los científicos decide matarlo para que no siga sufriendo pero los otros dos se oponen. En el tono trágico característico del autor, esta novela no muy conocida ‑ya que fue escrita bajo el seudónimo de "S. Fragoso Lima" ‑ utiliza las teorías científicas de la época sobre el Sistema nervioso, la hipnosis, etc.
También los dos primeros cuentos del libro: "El salvaje", ambos del mismo nombre, donde Quiroga describe la relación de un hombre con un Dinosaurio -en el primero de ellos- y la de un cavernícola luchando por sobrevivir en su mundo primitivo, en el segundo. Ambos cuentos bien podrían ser fuente de inspiración para alguna película. Dichos trabajos muestran una faceta poco conocida de este autor.

Lamentablemente en Uruguay se conocen pocos autores contemporáneos que hayan escrito ciencia‑ficción. Existe un cuento de Felisberto Hernández titulado: "Muebles: El canario", que podría ser considerado dentro del género.

También algunos cuentos de Mario Levrero, como "Caza de conejos" o "Gelatina" están encuadrados en esta corriente, en un autor más bien dedicado al surrealismo y a lo experimental.
‑Carlos María Federici ha alternado entre el género policial y la ciencia‑ficción. Entre esta última se pueden citar los cuentos: "Christine: segunda opción" y "Primera necesidad". También: "Llegar a Khordoora", libro de cuentos con una progresión temporal en un futuro muy lejano. Nació en 1941. Es dibujante e ilustrador de talento y escribió en la famosa revista "Mundo uruguayo".

Hay otro puñado de nombres que se han aventurado a escribir ciencia‑ficción con algún éxito: Horacio Terra Arocena con "El Planeta Arreit". Luis Beauxis Cónsul, Ramiro Sanchíz, José Altamirano, Roberto Bayeto, Héctor Alvarez, Pablo Dobrinin y Ma. Cristina Chagas, entre otros, quienes han publicado sus cuentos en revistas "subterráneas" como "Gas Subterráneo" y "Diaspar", de la que sólo existen un par de números.

Cabría preguntarse por qué en estos países hay tan poca difusión del género. ¿Existe poco público capaz de comprar estos libros en Latinoamérica o simplemente no hay editores que se interesen por la ciencia‑ficción?. Se ha visto que en los países más desarrollados y con posibilidades técnicas es donde más se escribe sobre esta temática y en los países pobres o en vías de desarrollo ‑el llamado Tercer Mundo‑ no hay autores o son muy pocos y marginales. A muchos ni siquiera se los puede considerar "escritores de ciencia‑ficción" ya que han escrito de manera esporádica, presentando cuentos en concursos o publicándolos en antologías. Sin embargo, cuando se realiza una búsqueda, se encuentran muchos nombres, si bien algunos sólo tienen uno o dos libros publicados. Pero es difícil, encontrar los libros aún en los propios paises de origen. Repitiendo la primera pregunta: ¿por qué es tan difícil encontrar estos libros en Latinoamérica? Este humilde trabajo pretende situar a nuestros autores junto a los otros más conocidos y aceptados a nivel internacional.

Trabajo presentado en el Seminario Literario Nnacional organizado por AEDI en 1999.