
Distopía: lo opuesto a Utopía.
En "Un mundo feliz" de Aldous Huxley, la gente vive cada uno en su casta y consumiendo el Soma, la droga de la felicidad. En nuestra sociedad cada vez hay más adictos al alcohol y a las drogas. Se vive sin mayor conciencia de las consecuencias de los actos que realizamos y consumimos sin medida. También Huxley describía a ancianos que morían con aspecto de jóvenes -producto de la técnica estética.
¿No se parece esto a los modelos televisivos que nos muestran todos los días a mujeres -u hombres- de aspecto juvenil donde por medio de cirugías continuadas llegan a la madurez e incluso a la ancianidad, hacíéndonos creer que ellos siguen siendo jóvenes aunque no lo sean?
Los asaltos y rapiñas que se registran en las calles de nuestras ciudades y más aún la violencia sin sentido, donde pandillas matan a animales o personas sólo por divertirse ¿no nos recuerda al protagonista de "La Naranja mecánica"? Es cierto, nuestros delicuentes y asesinos no escuchan a Beethoven, más probablemente escuchen a los Wachiturros o algo por el estilo. Pero ya se está pidiendo la mano dura, como en la novela de Burguess o como en Robocop, para terminar con esta situación.
En "Farenheit 451" de Ray Bradbury la letra impresa estaba prohibida y los bomberos se encargaban de quemar los libros de la gente. Muchos ciudadanos no sabían leer. Aquí todavía no llegamos a eso, sin embargo el hábito de la lectura parece ser cada vez menos común sobretodo en ciertos estratos y la educación cada vez aporta menos conocimientos útiles.
"1984" de George Orwell -en donde un gobierno planetario encabezado por el "Gran Hermano" observa a sus ciudadanos por todas partes con sus cámaras- se parece cada vez más a nuestro mundo actual. Tenemos cámaras en los trabajos, en los comercios, en las calles -supuestamente para la seguridad nuestra- aunque de a poco nos vamos acostumbrando a que nos observen y sepan todo de nosotros.
Inclusive por la Red también nos observan y lo que es peor, nosotros mismos damos los datos de todo lo que hacemos y pensamos, gratis, con el riesgo de que esa información caiga en manos de gente peligrosa.
Al Gran Hermano ya nos acostumbramos a verlo por Televisión, a que los jóvenes sean observados en su vida diaria hasta en sus cosas más íntimas. Y la idea del Gobierno Mundial, planea cada vez más en la cabeza de mucha gente.
¿No será que nos fuimos metiendo de a poco en una distopía sin darnos cuenta?
Es sólo una reflexión acerca de la sociedad en la que vivimos.
En "Un mundo feliz" de Aldous Huxley, la gente vive cada uno en su casta y consumiendo el Soma, la droga de la felicidad. En nuestra sociedad cada vez hay más adictos al alcohol y a las drogas. Se vive sin mayor conciencia de las consecuencias de los actos que realizamos y consumimos sin medida. También Huxley describía a ancianos que morían con aspecto de jóvenes -producto de la técnica estética.
¿No se parece esto a los modelos televisivos que nos muestran todos los días a mujeres -u hombres- de aspecto juvenil donde por medio de cirugías continuadas llegan a la madurez e incluso a la ancianidad, hacíéndonos creer que ellos siguen siendo jóvenes aunque no lo sean?
Los asaltos y rapiñas que se registran en las calles de nuestras ciudades y más aún la violencia sin sentido, donde pandillas matan a animales o personas sólo por divertirse ¿no nos recuerda al protagonista de "La Naranja mecánica"? Es cierto, nuestros delicuentes y asesinos no escuchan a Beethoven, más probablemente escuchen a los Wachiturros o algo por el estilo. Pero ya se está pidiendo la mano dura, como en la novela de Burguess o como en Robocop, para terminar con esta situación.
En "Farenheit 451" de Ray Bradbury la letra impresa estaba prohibida y los bomberos se encargaban de quemar los libros de la gente. Muchos ciudadanos no sabían leer. Aquí todavía no llegamos a eso, sin embargo el hábito de la lectura parece ser cada vez menos común sobretodo en ciertos estratos y la educación cada vez aporta menos conocimientos útiles.
"1984" de George Orwell -en donde un gobierno planetario encabezado por el "Gran Hermano" observa a sus ciudadanos por todas partes con sus cámaras- se parece cada vez más a nuestro mundo actual. Tenemos cámaras en los trabajos, en los comercios, en las calles -supuestamente para la seguridad nuestra- aunque de a poco nos vamos acostumbrando a que nos observen y sepan todo de nosotros.
Inclusive por la Red también nos observan y lo que es peor, nosotros mismos damos los datos de todo lo que hacemos y pensamos, gratis, con el riesgo de que esa información caiga en manos de gente peligrosa.
Al Gran Hermano ya nos acostumbramos a verlo por Televisión, a que los jóvenes sean observados en su vida diaria hasta en sus cosas más íntimas. Y la idea del Gobierno Mundial, planea cada vez más en la cabeza de mucha gente.
¿No será que nos fuimos metiendo de a poco en una distopía sin darnos cuenta?
Es sólo una reflexión acerca de la sociedad en la que vivimos.
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